Gracias por vuestra solidaridad en el Bocata Solidario

El pasado 6 de febrero, la Comunidad Educativa de Agustinas Valladolid volvió a demostrar que Somos Luz cuando ofrecemos ayuda desinteresada a quienes lo necesitan. Gracias a la participación y generosidad de todos, hemos logrado donar 3.230 euros a la Escuela Secundaria Santa Rita en Mariani (Kenia), un centro educativo de las Agustinas Misioneras que trabaja cada día por ofrecer un futuro mejor a jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Desde la Escuela Santa Rita nos han transmitido su profundo agradecimiento y nos han comunicado que la aportación se ha transformado en becas para alumnas del centro, garantizando que muchas de ellas puedan continuar sus estudios y formación. Con este gesto solidario, estamos contribuyendo a dar oportunidades a quienes más lo necesitan y a mejorar la comunidad y su desarrollo.

Un futuro para las niñas de Mariani

La Escuela Santa Rita está situada a los pies del Monte Kenia y acoge a 400 niñas de entre 14 y 20 años, pertenecientes a las etnias Meru y Chuka. En este internado, además de recibir una educación de calidad que les abre las puertas a estudios superiores, las jóvenes están a salvo de situaciones que ponen en riesgo su dignidad y bienestar, como la mutilación genital, los matrimonios forzados o los embarazos precoces.

La preocupación por el futuro de estas niñas impulsa a las Agustinas Misioneras a ofrecerles una formación integral, convencidas de que la educación es la clave para el cambio social y para que cada una de ellas pueda construir un futuro lleno de oportunidades.

Gracias por ser Luz en la vida de quienes más lo necesitan

Este Bocata Solidario no ha sido solo un acto de recaudación, sino una muestra de nuestro compromiso con la justicia, la educación y la esperanza. Cada bocadillo compartido se ha convertido en una puerta abierta al futuro para muchas niñas en Kenia.

Desde el Colegio Nuestra Señora de la Consolación – Agustinas Valladolid queremos dar las gracias a todos los que habéis participado: alumnado, familias, docentes, personal del centro, antiguos alumnos y monitores de los Grupos TAGASTE. Juntos, hemos demostrado una vez más que la solidaridad no tiene fronteras y que cuando actuamos con generosidad, el mundo se llena de luz.

Sigamos siendo luz para los demás. ¡Gracias por hacerlo posible!